Los pasillos angostos, los perros como sus dueños…
Familias grandes, bolsillos chicos…
Dios en cada esquina, desafortunado, con los Proselitistas de siempre a cargo.
Yo, cual turista, recorro y observo. El sentimiento de culpa y de bronca. A ver si puedo hacer algo.
Puedo hacer algo, y lo vamos a hacer.
Esa palabra en boca de los chicos, y el Olor a Mate Cocido.
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8-)